Señoras, hay que ver cómo está el mercado 1: Los tóxicos

“Hay hombres que te compran, hay hombres que se venden,

hay hombres que recuerdan, hay hombres que mienten,

hay hombres que prefieren no hablar,

    hay hombres que no entienden”

“Hombres” FANGORIA

       Ya lo dicen nuestros idolatrados Fangoria, hay hombres que se ahogan, hombres que se mueven, hombres que se agitan y aquí añado yo, hombres que te intoxican. Y son como el gas natural, al principio notas un olor dulzón y en cinco segundos estás atontada sin capacidad de juicio ni raciocinio. No se hagan las listas, señoras, su detección acostumbra a ser postenvenenamiento, porque no nos engañemos, sobre el papel son apetecibles. Como diría el encargado del Photoshop de la portada del Hola, vayamos por partes….

1.      El tóxico es atacante. No exige ningún esfuerzo y hay que reconocer que la comodidad en cualquier aspecto de la vida, es un plus. Aún no te ha dado tiempo a fijarte de qué color tiene el blanco de los ojos y él ya te ha abordado en el Fnac, en el cumpleaños de un amigo común o donde sea, porque a él, el momento caza y seducción le gusta.

2.      Hasta que se demuestre lo contrario, está interesado. Acaba de conocerte y ya quiere saberlo todo sobre tu trabajo, tus amigos, tu familia, tus ex, tu perfume, tu plato favorito y pese a que le has contestado con monosílabos porque tanto interés es altamente sospechoso lo adorna todo con un “Qué interesante”, “maravilloso”, “¿en serio?” o un “yo también!”.

3.      Padece diabetes emocional precoz. Él te avisa, que para eso es un caballero: busca a su princesita rosa. Alguien que le cuide, le mime, le diga lo estupendo que es, que sea la novia perfecta, mamá de hijos bien peinados, íntima de su señora madre y además que no transpire. Y carambolas del destino, te ha tocado a ti, y te lo hace saber con cenas románticas, ramos de flores, escapadas a spas…Tranquila, querida amiga no sientas vértigo, acabáis de cumplir vuestra primera semana juntos!

4.       El tóxico tiene sentimientos y se enamora. Querida mojitera, hoy en día las relaciones de más de 15 días son una especie en extinción pero mira por dónde este chico encantador, sensible y romántico no sólo sigue respondiendo a tus whassapps tras la primera quincena sino que de repente te confiesa (oh, my God) que se ha enamorado y es que nuestro querido tóxico tiene sentimientos y se ha rendido a tus encantos. Acto seguido, valoras si es mejor jugar una Primitiva el jueves o si vas a lo grande y pasas la noche jugando en el Bingo Billares. Viviendo al límite.

5.      El tóxico es un buen comercial. Y es que sabe vender el producto, o sea él. Muy bien, te has hecho primero la interesante, luego la dura y tras la indiferente a fuerza de mensajes edulcorados, cenas románticas y de promocionarse como la respuesta a tus oraciones estás colada, enchochada, enamorada hasta las trancas. Intoxicada. ¿Será el momento de cambiar el estado de Facebook a “estoy en una relación”?

6.      Tiene una extensa lista de ex. No es que tenga una amplia agenda, es que eso es la biblioteca de Alejandría: rolletes, amigas con derecho a roce, exnovias, amores de instituto e incluso alguno posee exmujer. Y ojito, porque alguna/as incluso están a menos de 3 grados de separación de ti. 

7.      El 99.7% de los tóxicos tiene el síndrome del astronauta. Un reciente estudio de la Universidad de Pensilvania demuestra que la casi totalidad de los tóxicos padecen el síndrome del astronauta, necesitan espacio, tiempo, relatividad. Dicho síndrome se manifiesta coincidiendo con el momento en que su pareja le pide un mayor grado de implicación. Estudios observacionales muestran sudoración, estrés, ansiedad, taquicardias y disminución de la libido. El cuadro clínico desaparece misteriosamente cuando finiquitan la relación-flirteo-rollete.

8.      Todo tóxico tiene su frase fetiche de abandono. “Si el destino quiere nos reencontraremos”, “No estoy en mi mejor momento”, “Te quiero pero no puedo estar contigo”….los más conservadores no tienen pudor en usar el clásico “No eres tú soy yo”.

9.      Son reincidentes. Una vez usted lo deja con un tóxico es importante hacer un buen rehab, no escatime en gastos, mínimo a la Betty Ford, ya que tiempo después tienden a querer volver a retomar el contacto-cama-relación.  Y no, ni se ha reenamorado, ni quiere sentar cabeza.

10.  Es amigo de sus amigas. Ahora que pese a ser la-persona-más-maravillosa-del-mundo ya no eres su chica, en un alarde conciliador digno de un Nobel de la Paz, él quiere que ingreses en su nómina de amigos, porque sólo tú vas a saber aconsejarle en el futuro sobre cómo hacer la declaración de la renta, hacer un gazpacho u orientarle en referencia a la conquista de la nueva intoxicada de la que se ha enamorado. Además que sepas que con tu negativa le demuestras una vez más que eres una cínica sin sentimientos que le priva de una amistad importantísima para él. Encima.

   Queridas amigas, mojiteras, hermanas, no se confíen, el Instituto de Estudios Superiores de Chipiona estima que en un radio de 10km a la redonda viven entre 10 y 15 tóxicos.

Divinamente tóxica,

Miss Souvenir