martes, 9 de abril de 2013

Cuánto daño nos hizo... el whatsapp

A estas alturas de la vida, soltero con más de treinta primaveras a las espaldas, ya he dejado y me han dejado de unas cuantas maneras, todas diferentes, algunas más dolorosas que otras y unas pocas tan cutres que mi querida Madame Paddock, bien podría hacer un top ten de las peores formas de dejar a alguien sólo conmigo (ahí lo dejo).

Al novio que más he querido lo dejé en un banco de la Universidad, de estas cosas uno se acuerda bien. Al primero, en una calle de Salamanca (ahí fui un poco inoportuno porque nos quedaban 4 días de viaje por delante, quizás debería haberme callado); al segundo después de una conversación filosófica eterna; a un rollete que tuve le dije aquello de no eres tú, soy yo, y a otro le dije una frase que pasará a la historia de las frases utilizadas para dejar a alguien: "Es que me he dado cuenta de que te prefiero como amigo a como novio". Lo sé, fui un cabrón total, pero que nadie se alarme ni se asuste: el karma, el universo, el ying y el yang, y la energía cósmica se unieron desde entonces para evitar que algo así pueda volver a ocurrir. Tanto es así que desde ese día, mis novios me han dejado con esa excusa u otras parecidas (el que se fue a comprar tabaco y no volvió). 

En fin, que me enrollo... Lo que yo en realidad quería contar es que las nuevas tecnologías han cambiado mucho la forma de tomarnos las relaciones y sus consecuencias (buenas o malas). A ver... conozco al menos a dos amigas a las que sus respectivos las han dejado por teléfono, a una a quien su rollete le envió un mensaje para avisarle de que habían dejado de serlo y unos amigos a los que adoro, lo dejaron por skype (cosas de la distancia). 
De todos modos, en estos casos hubo o bien una larga conversación o bien un gasto de dinero por parte de la persona "dejadora". Vamos, que hubo un algo de interés por su parte, nos guste o no.

Pero la cosa no se queda ahí, porque como la telefonía móvil ha seguido avanzando y ahora tenemos Whatsapp... pues ahora la gente nos deja por Whatsapp (y esto es verídico). Que mira que he visto cutreces a lo largo de la vida... pero es que esta es la que se lleva la palma.



¿Pero qué narices escribe uno en el Whatsapp para dejar a alguien? ¿"Te dejo" y después un emoticono triste y acto seguido un par de sevillanas bailando como premio de consolación? ¿Directamente te bloquean y evitan que puedas enviar mensaje alguno? ¿Ponen un emoticono triste?
Y tú... ¿Qué contestas? Porque emoticonos habrá muchos, pero groserías se pueden decir todas salvo la caca de perro y la bomba... y poco más.
No sé... tendré que preguntarle a alguien más joven que yo cómo funcionan estas cosas ahora, porque al igual si mi próximo rollo/novio me envía un corazón morado, una cara asustada y un tren... igual tengo que empezar a pensar mal.

Smartphónicamente vuestro

Barón Von Bruise

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