Cuanto daño nos hizo... ¡la tarjeta SIM!

Hace poco más de año y medio tuve la oportunidad de participar en un aquelarre tecnológico en toda regla. Y no, no me refiero a un chat liderado por brujas, sino a una sesión de sugestión para con una amiga y miembro de honor del grupo mojitero. El objetivo no era otro que el conseguir que la amiga en cuestión borrara una lista interminable de mensajes de su ex, que guardaba en la tarjeta SIM del móvil como si del anillo de Frodo se tratara.

No me centraré en si resultó una tarea fácil o si aquello nos llevó varias horas. Lo haré en recordarnos el daño que nos ha hecho disponer de la oportunidad de almacenar tan ingente cantidad de información en tan pequeño espacio.

Hace años, los amantes utilizaban las consabidas cartas de amor, notas o fotografías de 3x5 creadas para que se pudiera hacer una pequeña y necesaria dedicatoria al dorso. La facilidad que nos daba este método es que llegado el momento de la ruptura, o poco después, era tan sencillo como quemar todo aquello en una verbena de San Juan, depurándonos y comenzando así una nueva etapa.

Pero llegaron los móviles. Y con ellos, la tarjeta SIM y los mensajes de texto. Y con ellos la capacidad de enviar miles de instantáneos mensajes de cariño, ternura y amor. Y claro, no era cuestión de quemar el móvil; esto sería poco práctico e incluso hasta perjudicial para el medio ambiente.

Por supuesto, como somos personas civilizadas y todavía no nos ha dado por incinerar productos tecnológicos, preferimos hacer como que nos olvidamos de nuestros ex, mientras en el fondo sabemos que podemos -en algún momento de debilidad- releer toda esa serie de mensajes que nos recuerdan lo que hemos tenido y nos ha hecho tan felices.

Pues esa tampoco es una buena idea, queridas y queridos mojiter@s. De hecho, es la peor de las ideas. Porque hacerlo es -y bien lo sabéis- arañarse en una herida profunda en proceso de cicatrización. Es arrancar esos puntos internos de los que tanto hablan los cirujanos y que son mucho más importantes que los que se ven por fuera.

Así que recomiendo a todos que borréis los mensajes almacenados en la tarjeta SIM de la gente que ya no os quiere. Y en caso de que no podáis hacerlo, comentadlo con vuestros amigos. Si ellos saben captar la señal o han leído estas líneas, tardarán poco tiempo en robaros el móvil y borrar todos los mensajes de los ex que vosotros no son capaces de eliminar. Hagámonos la vida más fácil.

Siempre vuestro,

Barón Von Bruise