sábado, 16 de junio de 2012

Señoras, hay que ver cómo está el mercado 10: Los bigben


“Vosotros tenéis los relojes, nosotros tenemos el tiempo” 

PROVERBIO HAITIANO










       Siempre lo he dicho, el tiempo es el lujo del siglo XXI. Tiempo para quedar con amigos, ver cine, escuchar música, pasear, leer el Vanity Fair o simplemente un poco de dolce far niente.  Queridos mojiteros, huid como de la peste la gente que no entienda esta máxima o que se empeñe en desperdiciarlo sin un fin importante como los anteriores. Sin concesiones. No sólo importa el tener tiempo, sino la gestión del mismo y conocer gente que esté en la misma velocidad que una, ir más lento o más rápido a la larga da problemas, ya me entendéis. Lo habitual en el mercado es encontrarte a especímenes que van a paso de tortuga (¿cómo va eso, peterpan?) pero haberlos a la velocidad de la luz, haylos. Hoy hablaremos de los Correcaminos del mercado single del siglo XXI….¡los bigben!


1.      Tienen un pasado oscuro: Todo bigben esconde un pasado oscuro como madmen o tóxico, es decir, se han hartado de ligar y recorrer su chorboagenda de la A a la Z y de la Z a la A. Un buen día, nuestro macho alfa sufre un traspiés en su vida que suele ser la boda de su último amigo soltero y mientras se viste con el traje de padrino tiene una epifanía y se da cuenta de que se ha quedado solo y desamparado. Es entonces cuando se reencarna en bigben. Esta especie debe su nombre al famoso reloj londinense debido a ese momento de revelación que provoca el  despertar de su reloj biológico y vea carros y niños por todas partes como un Ally McBeal con testosterona.
 

2.      Por sus discursos los reconoceréis: Olvídate de la crisis, el rescate bancario, la Eurocopa, la boda de Guti y el concierto de Madonna, el bigben sólo te escuchará si le hablas del último modelo de los carritos Maclaren (rojo o negro, ésa es la cuestión), los 2 bautizos que tiene en julio y la utilidad del calendario de días fértiles.
 

3.      Como vaca sin cencerro: El caso es que el bigben tan selectivo antaño con sus conquistas, de repente sólo tiene un objetivo: casarse y tener descendencia. Así, sin anestesia. Y te lo soltará mojiter@, en el segundo plato de esa cena tan estupenda que estáis compartiendo en vuestra primera cita. Y tú, que a penas creías que estábais compartiendo mantel (recuerda que hace 2 años le tiraste los trastos y él pasó de ti) empiezas a buscar la cámara oculta porque ni siquiera has decidido aún si cortarte el pelo o hacerte mechas mañana en la peluquería y este personaje ya ha decidido que tendréis un niño y una niña y que se llamarán Rodrigo y Victoria, respectivamente. Queridos, la realidad es ficción extreme version 2.0.
 

4.      No eres tú, es tu útero: Mojiter@s, volvemos a insistir que no queremos daños colaterales: el bigben está en plena crisis de histeria y quiere reproducirse a cualquier precio. Y las prisas no son buenas, ya que piensa en un plano tan egoísta que ni siquiera se ha molestado en conocer tus aficiones y no recuerda el nombre de tus amigos pese a que los has repetido 5 veces. A él sólo le interesa el día en el que ovulas. Punto pelota.


5.      Tenemos que hablar:…y no de las plantas carnívoras como decían Fangoria y Miranda. Lo sabemos mojitero, no es un peterpan ni un intenso, quiere algo serio aunque vaya demasiado deprisa, es amable y tiene su puntito. Y tú que eres buena gente, has decidido darle una oportunidad a–ver-qué-puñetas-pasa-porque-a-las-malas-pues-volvemos-al-mercado. El caso es que confías en que dejará esa manía de hablar de bebés pero de repente te planta un ultimátum. El Centre d’Études  Sociologiques d’Hospitalet-sur-Llobregat realizó un exhaustivo trabajo de investigación durante la década de los 60 en el que describió los diferentes tipos de ultimátum a los que los bigben someten a sus víctimas:
 

-          Preescolar: “A ver Lidia, es evidente…yo soy un hombre, tú una mujer y juntamos mi semillita con la tuya… ¿o es que no viste Érase una vez la vida? Si quieres, te lo repito pero creo que he sido muy gráfico…”


-          Pocholo: “¿Que sólo salimos desde hace un mes? Es mi relación más larga…… ¿Me estás dejando? Falsaaa, indignaaa, in-sin-ce-raaaaaaa”


-          Kármico: “¿Que voy demasiado deprisa? Creo que estás dejando escapar la oportunidad de tu vida y algún día cuando quieras casarte te dirán….¡vas demasiado deprisa!...y te acordarás de mi….¿seguro que no quieres pensártelo un poco? ¡Se trata de tu destino!”  


-          Scarlett O’Hara: “¿Que quieres dejarlo? Primero Sara, luego Elisa, ahora tú……Aunque tenga que matar, engañar o robar….A Dios pongo por testigo que conseguiré ser padreeee!”


6.      ¿Reciclaje? No, ¡congelación!: Llega un momento en la vida en que una, como mujer de mundo, se da cuenta de que hay que ser práctica. La Universidad de Nuevo Ubrique estima que el 50% de los bigben vuelven a ser especímenes normales en unos 6 meses postcrisis existencial (es decir, el tiempo que tarda en encontrar nuevos amigotes con los que salir). Quizá estés atravesando por una época algo tóxica y en este momento el bigben te estresa, pero dada la alta probabilidad de que vuelva a ser alguien no tributario de Valium te recomendamos que lo mantengas en la sección de congelados en tu chorboagenda a fin de darle una salida cuando regrese a su estado basal. Los bigben en plena efervescencia sólo son aptos para mojiteros con alarma en su reloj biológico. Avisados estáis.

       Mientras sincronizamos agendas para un gran acontecimiento que el Mojito del Despecho celebrará dentro de unas horas bajo la batuta de Madame Paddock (amiga, musa y fuente de inspiración) os dejo con la primera canción que me viene a la mente en momentos en los que debes tomar decisiones antes de que la realidad me golpee one more time como decían los de Muchachada Nui.



Divinamente atemporal,
Miss Souvenir


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