“Vosotros
tenéis los relojes, nosotros tenemos el tiempo”
PROVERBIO HAITIANO
Siempre lo he dicho, el tiempo es el
lujo del siglo XXI. Tiempo para quedar con amigos, ver cine, escuchar música,
pasear, leer el Vanity Fair o simplemente un poco de dolce far niente. Queridos
mojiteros, huid como de la peste la gente que no entienda esta máxima o que se
empeñe en desperdiciarlo sin un fin importante como los anteriores. Sin
concesiones. No sólo importa el tener tiempo, sino la gestión del mismo y
conocer gente que esté en la misma velocidad que una, ir más lento o más rápido
a la larga da problemas, ya me entendéis. Lo habitual en el mercado es
encontrarte a especímenes que van a paso de tortuga (¿cómo va eso, peterpan?)
pero haberlos a la velocidad de la luz, haylos. Hoy hablaremos de los
Correcaminos del mercado single del siglo XXI….¡los bigben!
1.
Tienen un pasado oscuro:
Todo bigben esconde un pasado oscuro como madmen o tóxico, es decir, se han
hartado de ligar y recorrer su chorboagenda de la A a la Z y de la Z a la A. Un
buen día, nuestro macho alfa sufre un traspiés en su vida que suele ser la boda
de su último amigo soltero y mientras se viste con el traje de padrino tiene
una epifanía y se da cuenta de que se ha quedado solo y desamparado. Es
entonces cuando se reencarna en bigben. Esta especie debe su nombre al famoso
reloj londinense debido a ese momento de revelación que provoca el despertar de su reloj biológico y vea carros y
niños por todas partes como un Ally McBeal con testosterona.
2.
Por sus discursos los
reconoceréis: Olvídate de la crisis, el rescate
bancario, la Eurocopa, la boda de Guti y el concierto de Madonna, el bigben
sólo te escuchará si le hablas del último modelo de los carritos Maclaren (rojo
o negro, ésa es la cuestión), los 2 bautizos que tiene en julio y la utilidad
del calendario de días fértiles.
3.
Como vaca sin cencerro:
El caso es que el bigben tan selectivo antaño con sus conquistas, de repente
sólo tiene un objetivo: casarse y tener descendencia. Así, sin anestesia. Y te
lo soltará mojiter@, en el segundo plato de esa cena tan estupenda que estáis
compartiendo en vuestra primera cita. Y tú, que a penas creías que estábais
compartiendo mantel (recuerda que hace 2 años le tiraste los trastos y él pasó
de ti) empiezas a buscar la cámara oculta porque ni siquiera has decidido aún
si cortarte el pelo o hacerte mechas mañana en la peluquería y este personaje
ya ha decidido que tendréis un niño y una niña y que se llamarán Rodrigo y
Victoria, respectivamente. Queridos, la realidad es ficción extreme version
2.0.
4.
No eres tú, es tu útero:
Mojiter@s, volvemos a insistir que no queremos daños colaterales: el bigben
está en plena crisis de histeria y quiere reproducirse a cualquier precio. Y
las prisas no son buenas, ya que piensa en un plano tan egoísta que ni siquiera
se ha molestado en conocer tus aficiones y no recuerda el nombre de tus amigos
pese a que los has repetido 5 veces. A él sólo le interesa el día en el que
ovulas. Punto pelota.
5.
Tenemos que hablar:…y
no de las plantas carnívoras como decían Fangoria y Miranda. Lo sabemos
mojitero, no es un peterpan ni un intenso, quiere algo serio aunque vaya
demasiado deprisa, es amable y tiene su puntito. Y tú que eres buena gente, has
decidido darle una oportunidad a–ver-qué-puñetas-pasa-porque-a-las-malas-pues-volvemos-al-mercado.
El caso es que confías en que dejará esa manía de hablar de bebés pero de repente
te planta un ultimátum. El Centre d’Études
Sociologiques d’Hospitalet-sur-Llobregat realizó un exhaustivo trabajo
de investigación durante la década de los 60 en el que describió los diferentes
tipos de ultimátum a los que los bigben someten a sus víctimas:
-
Preescolar:
“A ver Lidia, es evidente…yo soy un hombre, tú una mujer y juntamos mi
semillita con la tuya… ¿o es que no viste Érase
una vez la vida? Si quieres, te lo repito pero creo que he sido muy
gráfico…”
-
Pocholo:
“¿Que sólo salimos desde hace un mes? Es mi relación más larga…… ¿Me estás
dejando? Falsaaa, indignaaa, in-sin-ce-raaaaaaa”
-
Kármico:
“¿Que voy demasiado deprisa? Creo que estás
dejando escapar la oportunidad de tu vida y algún día cuando quieras casarte te
dirán….¡vas demasiado deprisa!...y te acordarás de mi….¿seguro que no quieres
pensártelo un poco? ¡Se trata de tu destino!”
-
Scarlett
O’Hara: “¿Que quieres dejarlo? Primero Sara,
luego Elisa, ahora tú……Aunque tenga que matar, engañar o robar….A Dios pongo
por testigo que conseguiré ser padreeee!”
6.
¿Reciclaje? No, ¡congelación!:
Llega un momento en la vida en que una, como mujer de mundo, se da cuenta de
que hay que ser práctica. La Universidad de Nuevo Ubrique estima que el 50% de
los bigben vuelven a ser especímenes normales en unos 6 meses postcrisis
existencial (es decir, el tiempo que tarda en encontrar nuevos amigotes con los
que salir). Quizá estés atravesando por una época algo tóxica y en este momento
el bigben te estresa, pero dada la alta probabilidad de que vuelva a ser
alguien no tributario de Valium te recomendamos que lo mantengas en la sección
de congelados en tu chorboagenda a fin de darle una salida cuando regrese a su
estado basal. Los bigben en plena efervescencia sólo son aptos para mojiteros
con alarma en su reloj biológico. Avisados estáis.
Mientras sincronizamos agendas para un
gran acontecimiento que el Mojito del Despecho celebrará dentro de unas horas
bajo la batuta de Madame Paddock (amiga, musa y fuente de inspiración) os dejo
con la primera canción que me viene a la mente en momentos en los que debes
tomar decisiones antes de que la realidad me golpee one more time como decían los de Muchachada Nui.
Divinamente atemporal,
Miss Souvenir
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