Ton ten de frutas prohibidas

Amig@s, compatriot@s, mojiter@s tod@s,

Después del éxito cosechado, Madame Paddock y el Baron von Bruise han decidido unir de nuevo sus fuerzas para crear un nuevo top ten para que los disfrutéis y nos tengáis -si cabe- en mejor estima.

A lo largo de nuestra carrera amorosa, hemos aprendido que dónde no hay pan, buenas son tortas, así que siempre nos hemos sabido adaptar -mejor o peor- a la ausencia de nuestra media naranja mediante el uso racional de otras frutas. 

No obstante, querid@s amig@s, hemos de tener muchísimo cuidado, pues las frutas prohibidas pueden ser increíblemente perjudiciales si no sabemos administrarnos y mantener el control para no dejarnos llevar por ellas. Para que las tengáis presentes y las conozcáis mejor, aquí las tenéis.

10. Piña

Tiene mucha floritura, es ideal para hacer un tocado si te gusta disfrazarte de Carmen Miranda, pero el problema es que la Piña es como una especie de drag-queen frutal, que parece femenina pero en realidad pincha. Y aunque los heterosexuales delicados y con pluma -que los hay- tienen su público, en este blog somos más de empotradores, las cosas como son.

9. Banana

Ya versaba la canción que el único fruto del amor es la banana, es la banaaaana... pero ojito que no es oro todo lo que reluce. Que todos sabemos que no es lo mismo un buen plátano de Canarias, más pequeño pero también más sabroso tras haber sido criado al sol, que una banana grande pero con poco sabor. Puede que haya quien diga que el tamaño importa, pero en este blog siempre hemos sabido encontrarle un hueco a la calidad más que a la cantidad.

8. Uvas

Aptas para cualquier bacanal romana que se precie, pero cuidado que te puedes atragantar. A saber que se encuentran en manada, digo en racimo, y para atacar a una tienes que apartar el resto. El consejo es llevar consigo a un "wingman o wingwoman" (compañer@ de guerrilla) para que te ayude a sacar la uva buena de la uva pasa (también conocida como badfactor).

7. Bayas, moras y frutos del bosque

Pueden ser indigestas si se toman en demasia. Como fruto silvestre puede hacer gracia al principio ya que son escasos y diferentes. Lamentablemente mojiter@s la mayoría no hemos nacido para el bosque sino que somos urbanitas y el criar cabras puede ser gracioso un fin de semana rural, pero para vivir de ello no. Si fuera tan fácil colocar a los rústicos no se habría creado el programa "granjero busca esposa", no?

6. Fruta escarchada

Todo el mundo sabe que la fruta escarchada sólo se la comen las madres. Si nosotros la rechazamos es porque sabemos que toda fruta escarchada o almacenada en cualquier tipo de conservante, ya sea almíbar o ya sea botox, no hace más que vendernos la imagen de una pieza de fruta perfectamente joven de la que no podemos saber su edad. Seguramente, nos encontraremos delante del yerno que toda madre quiere, pero que a nosotros nos aburre soberanamente y encima necesita 2 horas antes de acostarse para ponerse todas las cremas: "mi piel me lo agradecerá". Por Dior bendito...

5. Cereza

El amor de verano. Todos sabemos que se van a acabar con el buen tiempo pero a nadie le amarga un dulce de temporada. Además, como elemento decorativo o como discoteca nos combina con todo.

4. Papaya

Latina, sabrosa y de gran tamaño. No hase falta decir nada más.

3. Maracuyá

La bien llamada Fruta de la Pasión da color y sabor a los combinados de zumos tradicionalmente sosos. Podría ser ese chulazo que está con tu compañera de clase de primaria y que tu piensas: con lo sosa que es ella y lo cachondo que se ve él... Ese chico es un maracuyá, no lo dudes. Con lo bien que estaría con un@ mojiter@

2. Lichi

Puede que no sea una fruta prohibida en se, pero alberga una interesante moraleja. Cuando sacas un bol de lichis en tu comida navideña sabes que el espiral de violencia competitiva en busca del hueso más pequeño es inevitable. He aquí un ejemplo de que no siempre lo grande es mejor. Los mojiteros somos gente de mundo y sabemos valorar en cada caso lo que es mejor para nosotros.

1. Fresa

Mezclada con cava debe de ser un pecado capital. Traducido: esos ligues que te aparecen una vez en la vida y que sabes que no te debes acostumbrar a ellos, porque son sólo para grandes ocasiones.

Coloradamente apasionado                                                               Maravillosamente maligna,

  Baron Von Bruise                                              Madame Paddock