TopTen de Cosas que suceden en los conciertos de Raphael

Amig@s, compatriotas, mojiter@s tod@s,

Sabéis que en el mojito somos amantes de las artes escénicas y del drama. Esto nos lleva a seguir a grandes artistas a lo largo de este nuestro país y de los vecinos. Este pasado diciembre nuestro querido Raphael cantó al despecho, al amor y al mundo desde Barcelona y como asistimos a tan gran evento, las mojiteras hemos decidido unir talentos en pro de este Topten. Con todos vosotros: Drama Queen, Miss Souvenir y Madame Paddock al teclado.

10. Photocall

Para una servidora era su primer Raphael (unplugged and live in Barcelona) y llegaba deseosa de ver el misticismo hecho cantante. El primer motivo raphaeliano fue ver el improvisado photocall montado en el exterior del Teatro para hacerse foto con el cartelito clásico. Por si no fuese suficiente como para hacer posados, el Coliseum puso su letrero luminoso con Raphael en bombillas en modo intermitente. Ya sabéis mojiteros, más es más.
No me quedaria tranquila sin mencionar el episodio vivido por una cuando se le acerca una desconocida y le pide una entrada/invitación. Como una ha visto mucho reality, le pidió motivos y su respuesta es que en la taquilla del teatro le costaban dinero y que las invitaciones eran gratis. No voy a comentar más, pero una persona que no quiero soltar un euro para ver a Raphael no lo merece y punto.

9. Dress code

Si no tienes visón no eres nadie en un concierto de nuestro artista. En la cola había más tipos de animales que en el mismo zoo, pero no sólo de pieles vive uno. Nos encontramos con una "chica" que probó con un look de leggings con botas de boxeador todo amenizado con un índice de masa corporal que dejaba claro que se había quedado baja para su peso, y hay que ser sinceros: se equivocó!

También está aceptado la combinación de moderno con aires de ángel del infierno pero mi madre, que es una gurú, no lo recomienda. Lo siento.
Desde ya, hemos decidido empezar a hacer un plan de ahorro para tener un visón como Dior manda y llevarlo para no hacer el ridículo en la próxima cita raphaeliana.

8. Público entregado

No había oído tanto chillido desde que Jakob, el lobo de crepúsculo, se quitó la camiseta en la última entrega de la saga. Y es que la edad media del público no es proporcional a su entrega. Felicito a todos los maridos florero que fueron de acompañantes de sus queridas esposas y aguantaron estoicamente mientras estás gritaban a un Raphael desatado que querían todo lo que él les quisiera dar. A ellos dedicamos esta entrega del TopTen. Ni que decir tiene que en todas y cada una de las canciones el levantarse del asiento y aplaudir como si no hubiese un mañana era obligatorio.

7. La bondad de l@s espontane@s

Momento estelar cuando una mujer decide gritar: Raphael quiero escándalo! Y el grande contesta: Pues ya sabes lo que tienes que hacer. Queridos mojiteros, Raphael es tan grande que no sólo hace su discurso entre canción y canción sino que sigue el rollito a su fiel público. Eso es un artista, y lo demás, sucedáneos. A la hoguera con el "surimi artístico" queremos cangrejo del bueno!

6. Bimba Bosé y coreografia

No, aunque habían gente del famoseo como Julia Otero, abro paréntesis- acompañada de chulazo -cierro paréntesis, la sobrina de nuestro queridísimo Miguel no estaba allí. La que si estaba era una doble suya pero rubia platino que se puso sus mejores galas a modo de vestido largo plateado y nos dedicó una performance desde la grada que no hacía honor al concierto.
Querida Bimba platina, te recomendamos que cuando quieras bailar asíN te compres un vuelo a Ibiza y vayas a Privilege. Te sirve el mismo vestido.
Atentamente,
las espectadoras de platea.
PD: llévate a las que nos encontramos en Depeche Mode y que se pasaban la copa al canto de: for me for you for everybody. Gracias.

5. Duración

No me gustaría increpar a nadie ni meterme en su vida privada pero después de asistir a un concierto que dura 2:45 como el de nuestro Raphael voy a tener que hacerlo. Porque unas mujeres de mundo no pueden permanecer calladas teniendo en cuenta que Cold Play y Black Eyed Peas cantaron una hora y poco a sus 20-30 añitos, cuando nuestro gran divo lo dio absolutamente TODO durante casi 3 horas sin descanso alguno ni Red Bull ni chute de doping y que además iba dirigiendo a la orquesta para continuar con casi todos sus hits sin descanso. Como las comparaciones son odiosas, a nosotras, que no nos gusta hablar sólo decimos que vergüenza les tendría que dar. Insinceros! Destructores!

4. Look raphaeliano

Mojiteros, lo sabe el Vogue (en todas sus ediciones), lo sabe tito Karl (Lagerfeld) y lo sabe nuestro Raphael: el negro adelgaza, es elegante y sobretodo, el negro hace raphael. Pero ya sabéis que el hábito sólo no hace al monje, la actitud lo es todo, sus frases de improvisación (en "Qué sabe nadie" grande el "No inventeeeeen" que soltó), los movimientos pélvicos, el swing de "Mi gran noche". Aún nos dura el estado de shock ante tamaña demostración de energía que ni una sobredosis de Apisérum.

3. Repertorio

Mojiter@s tengo que decirlo... Cuando vamos a un concierto de estos pseudomodernillos de ahora, ¿acaso alguién se sabe las canciones? ¿No nos aburrimos como ostras cuando no nos sabemos las canciones? Raphael, que es un flecha, un adelantado a su tiempo se dio cuenta pronto… ¿Quién necesita otro repertorio? ¿Para qué experimentar con canciones nuevas si siempre aplaudimos, nos emocionamos, chillamos en las mismas?  Él lo sabe y nos da lo que secretamente todos deseamos: éxitos de hoy mañana y siempre. ¡Viva el reciclaje Raphaeliano y la madre que lo parió!

2. El muso de venirse parriba

Lo más importante en la vida es el autobombo, la autopromoción y una lagrimilla a tiempo, pero esa es otra historia. Esa actitud chulesca. Ese jalearse a uno mismo. Ese amor propio en el escenario y fuera de él. Es el mejor y punto pelota. Y con esa actitud, nadie es capaz de discutírselo…Nos gusta y lo sabe. Desde el Mojito decimos no a los pucheros insinceros y no a la autocompasión. L@s mojiter@s y Raphael somos pibones hasta que se demuestre lo contrario.

1. Muchos Raphaeles

Ante las adversidades de la vida, hazte un Raphael. Ese tirar el vaso al parket del teatro, ese me voy y vuelvo al escenario cuando me da la gana y más de 4 veces seguidas. Ese enfadarse con el mundo, girarse y no mirar a nadie porque él lo vale... Si lo hace otro lo catalogamos de “mamarracho” pero nuestro Raphael nos ha cautivado. 

Y porque lo adoramos nos despedimos  con un “Raphael” y punto… ¡Hombre yaaaa!

Divinamente Raphaeliana

Dramáticamente

Malignamente

Miss Souvenir

Drama Queen

Madame Paddock