sábado, 21 de julio de 2012

Señoras, hay que ver cómo está el mercado 15: Los napolitanos


“Madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle”
RAFAEL DE LEÓN






       Cuando conoces a alguien hay dos barreras que debes vencer si quieres continuar con la relación, una son los amigos del susodicho y otra es su señora madre. Si además uno de ellos está presente en pensamiento, obra u omisión de manera constante, las cosas se complican…. Veamos todo sobre…su madre!!!



1.      Cualquier especie puede esconder un napolitano: Alerta mojiteros, el ser napolitano es una prestación extra que puede aparecer en cualquier espécimen del mercado. No importa si es un tóxico, un madmen o un peterpan, ese chulazo que te acabas de ligar puede esconder un napolitano en su interior que se revelará en cuanto le mentes a la madre. Avisados estáis.


2.      Siguiendo las señales: Queridos mojiteros, no sufráis. Para detectar a un napolitano, no es necesario esperar a un Ángel de la Anunciación, tan sólo es preciso estar alerta para ver las señales que indican su verdadera naturaleza. Como mujer de mundo preparada para la vida moderna, en previsión, como sé que sois personas extremadamente ocupadas, me he tomado la libertad de buscar la opinión de expertos en el tema y he topado con un artículo del New York Times titulado “What to expect when you’re in love with a napolitan” y escrito por la socióloga de la Universidad de Nuevo Ubrique Valerie Smith-Ribera que facilita un rápido diagnóstico de la situación.


-          Mira la cocina: Si la nevera está llena de tuppers con cocido madrileño, migas y pavo relleno sin ningún otro alimento no envasado aparte de cerveza y pese a tener lavadora-secadora, no hay rastro de detergente o suavizante, no dudes que tanto la colada como la comida son patrimonio materno.



-          Atención a las fotos: Si en la foto de mayor tamaño o el marco más caro de su casa aparece su madre, es otra señal de su omnipresencia. Atención a la presencia de teléfono fijo, todos los que tenemos uno sabemos que sólo nos llama la tía Paqui, Telefónica…y nuestra madre.



-          La elección del underwear: El arte de escoger ropa interior masculina no está entre las cualidades de la mayoría de especímenes del mercado por tanto, ante una buena elección de underwear hay que preguntar siempre porque las opciones son exnovia (pasapalabra), lector de Vanity Fair (bien!) o su madre (aggghhh).



-          Números frecuentes: Si la persona a la que más llamadas hace/recibe es su madre y no su amigo del alma Juan, definitivamente es un napolitano.



3.      Madrecita del alma querida: El problema de los napolitanos es que una vez la nombra por primera vez, es el pistoletazo de salida para que todas las frases hagan referencia a ella: “Vayamos al cine, a ver la última de Amenábar, a mi madre le encanta”, “Hueles genial, me recuerda al perfume de mi madre” o la peor “Espero que te guste mi regalo, mi madre me ayudó a escogerlo”. Respira hondo, ommmmmmmmmm


4.      El napolitano y sus escenarios cuernos-like: Como ya explicamos en el capítulo de los amigosde, hay ocasiones en las cuales todo el mundo sabe qué va a suceder…..menos tú (like a cornudo). Y el napolitano que ya de por sí es una joyita, tiene especial predisposición a este tipo de situaciones. La primera que te encontrarás será un día en que presuntamente habíais quedado para comer en un restaurante a solas y cuando te presentas lo ves en una mesa para tres con su madre mirándote de arriba abajo. Aviso a navegantes: mientras salgas con un napolitano lleva siempre un kit de emergencia encima con maquillaje y perfume para estar estupenda por si aparece su madre, si estás horrible te pondrá a parir. De nada.



5.      A ti te encontré en la calle: La incapacidad del napolitano para dar un paso sin asesoramiento materno no es la mayor de sus “virtudes”, no, lo mejor es que con el tiempo pretenderá que tú hagas lo mismo y esto va desde el color de tus mechas hasta el nombre de tu primer hijo, pasando por la elección de tu traje de novia, todo pasado por el (ejem) buen gusto suegril. Lo peor es que hagas lo que hagas nunca tendrás su bendición porque su niño es un príncipe y tú una candidata a “¿Quién quiere casarse con mi hijo?” (programa del que soy fans en plural, por otra parte) a punto de ser expulsada, que lo sepas…



6.      Reciclaje de lunes a viernes: Mojiteros, la única manera de que la relación con un napolitano salga bien es ser íntima de tu suegra y todos sabemos las limitaciones de esta opción. Por tanto, esto sólo deja espacio para relegarlo a la chorboagenda, eso sí, teniendo en cuenta de que sólo estará disponible en días laborables ya que los domingos su madre hace canelones y nunca se los pierde.


        Ains mojiteros, pese a todo, qué sería de nosotros sin las madres….os dejo con una canción que gusta a los niños, a los padres, a las madres….







Divinamente napolitana,

Miss Souvenir

2 comentarios:

  1. Querida Miss Souvenir... GRACIAS!
    Ha conseguido usted que me ría con ganas. De hecho, ¡se me han saltado los lagrimones!!!
    Brillante e hilarante, sí: cocina, fotos, underwear, números frecuentes... Óle!
    Siga usted así, por favor!!!

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  2. Muchísimas gracias, me voy a poner colorá!
    Desde el mojito nos alegramos de que os riáis tanto al leerlo como nosotros al escribirlo que a fin de cuentas de eso se trata...que no decaiga!

    Miss Souvenir

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