domingo, 8 de julio de 2012

Señoras, hay que ver cómo está el mercado 13: Los geishos


“Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos”
CONFUCIO







       Mojiteros, voy a revelaros algo…la caballerosidad ha muerto. Lo viví en primera persona mientras arrastraba una maleta con un índice de masa corporal superior al mío por la estación de Sants mientras un grupo de fornidos muchachos integrantes de un equipo de fútbol de tercera regional se reía de mis inexistentes bíceps al subir dicha maleta al tren. Basado en hechos reales. El caso es que tras desear diarreas e impotencias desde el portero al entrenador del grupo de gentlemen, una vez sentada y con la frecuencia cardíaca normalizada, medité sobre la defunción de la amabilidad masculina y haciendo memoria en la fauna y flora del mercado single del sXXI me percaté de que toda aquella caballerosidad futbolística que kármicamente me correspondía en aquel tren había sido abducida por una especie casi en extinción…¡los geishos!



1.      Es bueno sobre el papel: Los geishos son personas maduras, responsables, tienen contrato indefinido, plan de pensiones, seguro a todo riesgo (pese a que ya han pagado su coche) y viven en un alquiler con opción a compra porque a corto plazo lo que quieren es salir del mercado y dejar el tumultuoso mundo de las citas que tantos ataques de ansiedad les provoca. Es decir, son seres tranquilos y sosegados que odian los sustos y contratiempos y para los que ir un día a Port Aventura es vivir al límite. Vamos, que son los eternos candidatos a Mister Yerno 2012.



2.      Sí, señorita Escarlata: Si dejaste a tu ex porque estabas hasta el moño de discutir a todas horas con él, el geisho es tu hombre ya que, cual aparato de aire acondicionado Fujitsu, adora el silencio y evita las discusiones a toda costa. Con el geisho todo es zen, todo fluye, todo es un “Lo que tú quieras, cariño”, un “Claro que sí, amor” aderezado con un “No pasa nada, reina” y condimentado con un “Escoge tú, que tienes un gusto exquisito”. Tus deseos serán órdenes.



3.      Lo que usted diga, señorita Escarlata: Como dije al inicio, el geisho se ha llevado toda la caballerosidad del mercado, te abre la puerta del coche, la de casa, te presenta a sus padres, te deja que escojas la película en el cine, el vino en la cena, paga la cuenta, te acompaña al Zara aunque haya Liga, es tan, tan servicial que te darán ganas de llamar a Iker Jiménez, por si quiere sacarlo en Cuarto Milenio como suceso paranormal.



4.      El 87% de las parejas de los geishos sufren el mal de Fassbender: Al principio el tener alguien tan servicial y tranquilo está muy bien y tal pero claro el problema es cuando es esta sosez se traslada a otras esferas como el ámbito pikolín, ustedes ya me entienden. La prestigiosa psicóloga del Istituto Corleone di Neuropsicologia Valentina Carrá-Gabbana que ha tratado durante una década a las parejas de geishos asegura que el 99% se ven obligados a tomar la iniciativa para tener vida sexual ante la pasividad del geisho y que muchos padecen el mal de Fassbender que consiste en echarse a llorar cada vez que ven una foto de Michael Fassbender o cualquier otro empotrador ante la imposibilidad de conseguir que su novio geisho se comporte como tal. Escalofriante.



5.      Sola ante el peligro: Por si el punto anterior no supusiera suficiente drama, olvídate de pedirle opinión ya que la tuya es la única que va a existir y esto crea una serie de situaciones de crisis en muchos mojiteros que acaban al borde del Valium debido al alto grado de estrés que supone estar tomando decisiones toooodo el tiempo ya que el geisho nunca da una réplica. Y esto queridos, que cuando eres single lo haces de manera natural, cuando tienes partenaire resulta terriblemente agotador. Un estudio de la Universidad de Nuevo Ubrique publicado en 2009 en Nature, reveló las diversas situaciones límite ante las que se encuentra un mojitero cuando tiene un geisho por novio:



-          Vestuario para la boda de una amiga:

o   Geisho-opinión: “Marta, te queda estupendo, estás guapísima, ponte éste”

o   Realidad: Este palabra de honor te aplasta el pecho, el volante te resalta la cadera y el amarillo no te favorece.



-          Buscar piso para convivir

o   Geisho-opinión: “Está bien, tiene posibilidades, pero ¿te gusta a ti, Marta?”

o   Realidad: Es un tercero interior, sin ascensor y con la cocina por reformar.



-          Planear las vacaciones

o   Geisho-opinión: “Marta, es tan difícil, no sé si Cadaqués o Marina d’Or…¡elige tú! ”

o   Realidad: Cadaqués, coñoooo, Cadaqués….es evidente!!!!



-          En casa de la suegra

o   Geisho-opinión: “Marta, nos vamos cuando tú quieras”

o   Realidad: Has comido y merendado en casa de sus padres y si ahora rechazas la oferta de cena, serás tú la que quede mal.



6.      Momento reciclaje: Queridos mojiteros, el momento en el que te encuentres actualmente es muy importante. Las cosas no son buenas o malas sino que son adecuadas o no al momento en el que estés. Si estás en una época dominatrix y estás dispuesta a renunciar a una segunda opinión estás en un momento en el que necesitas un geisho. Todo lo que no corresponda a la descripción anterior contraindica la posesión de un geisho. Si todavía te quedan dudas respecto al incluirlo en chorboagenda, te remitimos al punto 4.



       Sé que he empezado algo destructiva revelándoos la ausencia de la caballerosidad del mercado single contemporáneo. Y una mujer de mundo es excesiva pero también generosa, por lo que os debo el compensaros con un caballero de los de ayer, hoy y siempre…




Divinamente geisha,

Miss Souvenir


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