domingo, 4 de noviembre de 2012

Mojiteros viajeros: San Francisco 3





-          Tras mi bagel de arándanos con queso del desayuno me dirijo a buscar una preciosa escalera mosaico situada en Moraga St. Dado que me adentro en un barrio clónico a Wisteria Lane dudo en si me he equivocado de localización aunque mi búsqueda queda recompensada al localizarla gracias al grupito de japoneses que encuentro fotografiándola. No soy la única freakie que la ha buscado, al otro lado del mundo, alguien comparte mi personal ruta de SF.
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

-          Vivo en directo las famosas niebla y cuestas de SF. Tengo la certeza de que saldré de este viaje con culazo y piernacas gracias a las cuestas y escaleras que estoy caminando.

 

-          Llego hasta Golden Gate Park para buscar el Japanese Tea Garden. Como aquí todo es king-size y está mal señalizado, me he perdido en la Strawberry Island. Cuando he logrado salir, una amable señora y su chihuahua me rescatan y me llevan hasta la puerta del jardín. La bondad de los desconocidos.

 

-          En el más que recomendable jardín me encuentro constantemente a un monje budista que no para de saludarme a mí sola pese a que esto está lleno de turistas. No he querido confesarle que los mojiteros estamos muy lejos de la beatitud por si se había hecho la ilusión de que era la reencarnación de algún lama. Pobrecico mío.

 

-          Tras abandonar el parque sin lamentar daños personales, he ido hacia la Haigh St, cuna del hippismo, verano del amor, flower-power y demás cosas zen que me encantaría aplicar en mi día a día pero que tanto me cuestan porque a mí me va más el “si no lo digo, reviento”que me sale como más espontáneo. Me ha recordado a Camden Town en Londres y eso para mí es positivo porque Londres siempre es una buena idea. Hay tanto overdose de tatuadores que por un momento te planteas ponerte un “Amor de madre” de la misma saturación.

 

-          Posteriormente y tras volver a hacer glúteos en las cuestas franciscanas, he llegado a las Painted Ladies, más conocidas por ser las casas de colores de “Padres forzosos” de cuando las Olsen eran bebés al estilo de Maggie Simpson. Por Dior, qué mayor soy ya!!!!

 

-          Nuevo intento frustrado de conseguir mesa en la cena debido a la discriminación single de los States. He visto que la silla candidata a posicionarme estaba al lado de un niño que no paraba de darle patadas y su pasota padre. Me he visto obligada a sacar mi mejor mirada asesina al camarero para decirle que “If it’s not posible a table unless no children”. Funciona y disfruto de mi cheeseburger al otro lado de la barra aunque tranquila.

 

BSO Mojiteros viajeros California
The sound of San Francisco – United Deejays
 





Divinamente californiana,
 
Miss Souvenir

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