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Empezamos el día adquiriendo la primera adicción del viaje al descubrir en
el Starbucks del Luxor un frapuccino de temporada: el Salted Caramel Mocca
Frappuccino. Pido a Dior (y tito Lagerfeld) que este sabor esté disponible en
los Starbucks españoles cuando vuelva a casa.
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El leitmotiv principal en Las Vegas, dejando de lado la ludopatía, es la
visita a todos los hoteles temáticos de la Strip. Y aquí hay para todos los
gustos: Egipto, la Edad Media, películas de la MGM, Venecia, París, glamour
chic, glamour cutre, estilo grecorromano, el brilli del Flamingos…. Aunque de
día, da el aspecto de un pseudo Port Aventura en medio del desierto, de noche
la ciudad se crece y te muestra su lado glam y canalla.
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La oferta de ocio y compras es salvaje y además de gran calidad: Prada,
Dior, Celine Dion, Elton John, David Copperfield, Faith Hill, Barbra Streisand,
espectáculos del Cirque du Soleil,… decidimos vivir al límite (de la Visa) y
comprar entradas para ir mañana a Love, espectáculo homenaje a los Beatles del
Cirque du Soleil.
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Tras un maravilloso y barato buffet en el Bellagio (el hotel más
espectacular y glamouroso bajo mi humilde opinión) aprovechamos un cupón de la
guía para ir by the face a un espectáculo de magia de un doble de Jim Carrey.
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Nueva vuelta de tuerca a la vida al límite (de la Visa) en los numerosos
centros comerciales que aparecen a nuestro paso. Aprovechamos para realizar
nueva sesión de fotos chorras en especial cerca del Flamingos.
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Conforme avanza el día notamos cómo la deprivación sensorial provocada por
encontrarnos permanentemente en un entorno nocturno desde las 10 am hace mella
en nosotras provocando que cenemos a las doce de la noche.....
TO BE CONTINUED....
Divinamente en Las Vegas,
Miss Souvenir
BSO Mojiteros viajeros - Las Vegas
Tom Jones - Proud Mary
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