sábado, 24 de noviembre de 2012

Mojiteros viajeros: Las Vegas 3

 
 
 
 
 




 

-          Fruto de la deprivación sensorial acabamos durmiendo sólo 4 horas ya que nos esperaba a las 6.30 de la mañana la recogida para la excursión al Gran Cañón. Los oídos se nos van a la única conversación en español ajena que oímos desde hace días: unos simpáticos valencianos de luna de miel. El destino nos separa ya que no coincidimos en la excursión, así que después de una semana hasta el alma de hablar en la lengua de Shakespeare, vemos cómo nuestra única oportunidad de volver al modo Cervantes se aleja hacia algún lugar perdido del South Grand Canyon.

 

-          Nos ha tocado un conductor-guía perfecto cruce entre señorita Rottenmeier y Morgan Freeman llamado Walter que insistía en la puntualidad (“you must be oooooon tiiiiimeeeee”, léase en tono amenazante), hablar constantemente impidiendo nuestro sueño reparador y chantajeándonos emocionalmente al decir que si no éramos puntuales en cada una de las paradas, caería sobre nuestras conciencias la culpabilidad por hacer que llegara tarde a casa a la hora de la cena.

 

-          Caminito al Cañón veo un paisaje totalmente idéntico a Almería lo cual explica que todo el spaguetti-western se rodara allí ya que es un clon de lo que vemos en Arizona. Tabernas forever. A esto se le une que los autobuses levantan mucha polvareda a su paso lo cual provoca una sensación polvo-del-camino muy romería del Rocío. Vamos, que si ahora me dicen que vamos a un tablao,  me lo creo.

 

-          Primera parada: Skywalk, una plataforma de cristal alemán encima del cañón. Me encomiendo a todos los santos, porque a mí las alturas, como que me dan respeto. Por lo visto hay dos formas de posar aquí para las fotos: tirado en el suelo en plan me-caigo-al-vacío o agarrarse a la barandilla en plan me-resbalo-y-caigo-al-vacío. Un señor con un índice de masa corporal estratosférico opta por la segunda opción versión Concha Velasco, es decir con la pierna levantada y haciendo poses en plan chica yeyé y veo toda mi vida pasar por delante ya que no sé si el cristal alemán soportará tanta pirueta.

 

-          Cuando logro vencer el pánico escénico, se plantea el momento de posar. Escogemos vodevil con pose ave rapaz y gusta tanto que el fotógrafo se emociona y nos hace varias instantáneas, con lo cual creamos automáticamente un nuevo estilo de pose en Arizona. A posteriori, disfrutamos de las maravillosas vistas del Cañón.

 

-          Vivimos un nuevo momento rubio al no localizar nuestro bus. Se supone que debemos buscar a nuestro conductor y subirnos a su autobús pero somos incapaces de reconocerle sin un “You must be on time” de por medio así que como si se tratase de una rueda de reconocimiento nos acercamos al que creemos que es el autor de los hechos. Nos pregunta por el nombre de nuestro conductor y tengo  una epifanía al responderle “Walter”. El sospechoso comenta que “there are many Walters” y si recordamos algo más. Es en estos momentos cuando una mujer de mundo sabe que hay que tirar de pestaña y no de mirada asesina y le suelto que “he has a nice and charismatic voice” y automáticamente me dice que la respuesta es correcta y pasamos al autobús como si fuese el mismísimo Studio 54. Asimismo, aprovecha para felicitarnos por nuestra puntualidad, alemana como el cristal del Skywalk.



 
 
 
 
 
 

-          Tras una nueva dosis de polvo-del-camino de vuelta al Luxor y deprisa y corriendo, ducha, alicatado, restauración, lentejuela, taxi y al Mirage a ver Love del Cirque du Soleil. Por Dior, qué trajín de ciudad. El espectáculo, brillante, no os lo podéis perder si tenéis ocasión, no se ve todos los días algo así con unas versiones de los Beatles de fondo de ese nivel.

 

-          A la salida, momento photocall en la pasarela de colores de la entrada. Qué nos gusta un brilli…. Jugamos nuestro último tragaperras con resultados desastrosos ya que el único dólar que hemos ganado lo perdemos a continuación. Mientras cenamos unos noodles estilo pad-thai espectaculares en el Venetian vuelvo a tener dudas existenciales en si será buena idea irse de un sitio con conciertos, espectáculos, diversión y tiendas 24 horas, 7 días a la semana y sobretodo brilli-brilli. To brilli or not to brilli, that’s the question…..

 

 
To be continued in… Los Ángeles
 
 
 
 
Divinamente en Las Vegas,
 
Miss Souvenir

 

BSO Mojiteros viajeros- The Beatles Strawberry fields forever


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