jueves, 13 de septiembre de 2012

TopTen de Cosas que Suceden en la Bodas

Lo prometido es deuda, así que ya podéis disfrutar de esta tercera entrega de la trilogía bodil. Todo el mundo la comenta por la calle y espero no fallar a mi público. Ahí vamos.


10. Banda sonora de la boda

Uno tiene que dejarse guiar por sus instintos porque estos no suelen fallar. Si tu cuerpo te pide Fangoria, hay que dárselo y punto. Toda canción que sea susceptible de generar una conga debe estar presente y si facilitan conga + coreografia el éxito está asegurado. Así mojiteros desde Danza Kuduro hasta la Barbacoa pasando por Camela el abanico de posibilidades es infinito. Huir de canciones que ensalcen el despecho porque no hacen boda (eso ya lo hablamos hace días). Y si a alguién no le parece bien nuestro repertorio musical que hablen con Dj Raquis o con nuestra adorada Drama Queen porque ella sabe lo que vende y lo que se pincha en las sesiones de Djs mundialmente reconocidos, tanto es así que el mismo Pocholo la quiere en sus fiestas.


9. Las amigas de la novia

Guapas, radiantes y con la esperanza de que sea verdad eso de que "de una boda sale otra". Esta esperanza desaparece en el segundo 10 cuando una ve que de donde no hay no se puede sacar. El panorama nacional es desolador y, por ende, el panorama en una boda suele ser como los hombres a partir de los 30: o están ocupados o hechos una mierda. Paddock dixit.
Así que lo mejor es pedir al Dj que pinche Camela o Fangoria y echarse a la bebida.


8. Los amigos del novio

Podéis encontrar más información sobre esta especie en el capítulo de Miss Souvenir sobre The Buitres.   Aunque el novio sea una bellísima persona, siempre sus amigos harán que se avergüence de haberse casado. Acaban todos borrachos y acosando. Es ley de vida.


7. Los familiares/invitados que no se hablan

Esto lo sufren los novios y, sobre todo, lo sufre en su máximo exponente la distribución de las mesas. Primos que no se hablan con tíos, invitados despechados, atormentados, no-eres-tu-soy-yo, astronautas, no-especiales, ... total que poner las mesas es más un sudoku que otra cosa. Sería más bonito y entretenido hacerlo rollo ruleta rusa y sacar el número de mesa de una bolsa con papelitos. El azar siempre ha estado de nuestra parte.


6. L@s invitad@s horter@s

Naty Abascal no se pierde un fiestón y las horteradas por desgracia tampoco se pierden una boda. Comprar el traje en la 5º Avenida o en el mismísimo Vittorio y Luccino no te asegura el éxito. Evitar modelos de Agata Ruiz de la Prada, por favor. Y no me extiendo porque me violento. Pero mi recomendación es ir a comprar con la madre de uno, porque de madre no hay más que una, y ella nunca te dejaría salir mal de casa; en cambio las dependientas de las tiendas de vestidos de fiesta son crueles y sólo quieren vender: no son tus amigas!!!!


5. Los oficiadores graciosos

Estamos de acuerdo en que se agradece un toque de humor por parte del cura/juez/oficiador. Pero de eso a que se convierta en el club de la comedia, feo y poco decoroso. Y es que siempre acaban haciendo un comentario que no toca. Lo mejor es dejar que hablen los amigos de los novios porque se dedicarán a poner verdes a estos pero desde el cariño y el respeto. O no...


4. Las corbatas cefálicas

Puede estar el jefe de protocolo de la Casa de Alba en la boda o la mismísima Reina Madre, pero la mezcla de alcohol + testosterona resulta en el desplazamiento de la corbata hacía la cabeza. Esto mojiteros es una realidad para todo lo demás Mastecard.


3. Los tacones después de las fotos

Científicamente testado: los tacones son un mal necesario. Nos estilizan la figura y son elegantes. Además si nos hemos rascado el bolsillo y hemos conseguido subirnos en unos Prada, Manolos o Louboutin, somos diosas hasta que se demuestre lo contrario (a lo mejor diosas arruinadas, pero diosas)
Problema: que pueden llegar a ser una tortura china. Y es que amigas, o te calzas con el pack industrial de compeed o te traes un par de zapatos de rescate para sacarlos justo después de las fotos. Porque reconozcamos que acabar gusaneando por la pista de baile es menos elegante que acabar con bailarinas y 13 cm menos. Ahí lo dejo.


2. El ramo de la novia

Motivo de deseo de todas las solteras de la boda, sin embargo nadie les ha contado que una vez tengan el ramo en las manos serán diana fácil de una manada de borrachos que han decidido que tener ramo significa tirar el listón al suelo.

Queridos amigos del novio,
el motivo de la presente es avisar que aunque la mona se vista de seda mona se queda. Por lo tanto, si las amigas de la novia te han dado calabazas 10 veces los últimos 10 años, no porque ahora ellas tengan el ramo en su poder y tu una corbata en la cabeza, las cosas van a cambiar. AsíN que ahorraos el bochorno y dedicaos a la barra libre.
Atentamente,
Una amiga de la novia que ha sido premiado con el galardón "ramo de la novia" en 2 ocasiones


1. La indecisión masculina

La globalización ha provocado que las australianas vengan a pescar a aguas catalanas y que la indecisión masculina sea un problema universal. Ya no sólo te encuentras indecisos en tu vida laboral, en tu supermercado o en el bar de la esquina, ahora también los hay en las bodas. A Dior gracias que los novios van con la lección aprendida porque es conocido que si un novio tarda más de 2 segundos en responder Si quiero, puede encontrarse con que la novia, el padre de la novia, la madre de la novia, las amigas de la novia y, por último, su propia madre (suegra mojitera que sí queremos), le pegan una somanta palos.


Y aquí se acaba la trilogía más esperada de este verano. Os dejo esperando la próxima boda mojitera y pensando con el próximo TopTen que auguro demoledor.

Malignamente,
Madame Paddock

1 comentario:

  1. Bravooooooooooo!!!! Maravillosa Madame Paddock! Si es que la globalización y los ramos han hecho mucho daño, sí señora! Totalmente de acuerdo con lo de que las dependientas de las tiendas no son amigas, te encasquetan cualquier horror estético por el maldito parné!

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