"Si me fuera a reencarnar, quisiera volver al mundo como un
buitre:nadie lo odia, ni lo envidia, ni lo desea, ni lo necesita; jamás lo
molestan y nunca está en peligro; además, le mete el diente a cualquier
cosa."
WILLIAM FAULKNER
Ains
mojiteros, lo que está dando de sí nuestra primera boda mojitera. Y es que una
mujer de mundo sabe que hay que aprovechar cualquier megaevento al que asiste
al máximo y pasárselo divinamente como diría nuestra Carmina Ordóñez. Y es que previamente
cuesta mucho trabajo llegar con un mínimo de saber estar estilísticamente
hablando ya que tienes que sortear una romería de tiendas en las que buscas
vestidos que no tengan overdose de lazos, ni lentejuelas ni tejidos
tornasolados ya que para ser una burbujita Freixenet ya fue inventada la
Nochevieja. El caso es que hay que esmerarse en buscar vestido para al menos
aspirar a que te lo quiten o para los muy suertudos que te lo arranquen (por un
codiciado empotrador). El caso es que si esta empresa ya es difícil, cuando al
fin llegas al baile nupcial te das cuenta de que el gran reto de la ceremonia
es otro: esquivar a los buitres. Sí amigos, vamos a hablar de esa especie
presente en cualquier evento de postín y fiestas de guardar. De nuevo sin
censura, y con esa mala baba que a ustedes tanto les gusta….
1.
Allí
me colé y en tu fiesta me planté:
No se fíen mojiteros, no sólo de bodas viven los buitres. Pueden aparecer en la
cena de empresa, en una reunión de exalumnos o en cualquier discoteca y
cualquier especie masculina, en un momento dado de hambruna y sobredosis de
J&B puede mutar en un buitre, hasta ese modosito compañero de trabajo que
se sienta junto a la fotocopiadora. Además son como los Gremlins, a partir de
medianoche y mojados (en un poco de agua…de Valencia o del Carmen, en alcohol,
vamos) empiezan su despliegue seductor por la pista de baile.
2.
Atacantes
ma non troppo: Como si se
hubieran empollado “El Secreto” de arriba abajo, están convencidos de que el
que la sigue la consigue y que si visualizan a su presa, lo conseguirán, y lo
peor de ello es que como de tanto en cuanto triunfan, pues se piensan que es un
método infalible. Este método fue cuidadosamente descrito en 1997 por Martin L.
Obregón-James de la Universidad Complutense de Benidorm en su libro “The buitres: a new approach”
o
Avistamiento de futuras conquistas: Durante la ceremonia, mientras todos
los invitados lloran a moco tendido, el buitre, tras sus gafas de sol realiza
un primer screening de las invitadas para detectar a las candidatas a gozar de
sus servicios.
o
Elección del objetivo a batir: Siempre existe LA invitada por
excepción que será el objetivo número uno y que será la chica en la que más
tiempo invierta en seducir. Un buitre jamás pasa a otra posible conquista hasta
que no está 100% seguro de que ella va a pasar de él.
o
Clasificación del resto de invitadas: Un buitre sabe que cabe la
posibilidad de que sobre las 3 am, LA candidata pase de él y entonces haya que
dar un giro radical al tema y pasar a otra víctima, porque él ha venido a
triunfar, qué narices. Por orden de prioridad las siguientes candidatas serán
clasificadas en amigas guapas de la novia, amigas de la novia que anteriormente
le han dado calabazas, amigas con las que se ha liado anteriomente, familiares
del novio con las que se le ha prohibido ligar y descartes sólo en caso de bordear
el coma etílico.
o
Envío de señales: Esto sucede durante el aperitivo
cuando todo el mundo está de pie e interactuando. Durante este rato, el buitre
se autopromociona como el chulazo que cree ser: dice a todo el mundo que es
single, disponible, amigo de sus amigos y que le encanta Santi Balmes (esto
último para ablandar a las almas mojiteras).
o
Momento de abordaje: A un buitre no le interesa ser
reconocido como tal, por lo que nunca empieza a atacar antes de la 1:00 am que
es cuando el baile ha empezado y todo el mundo lleva al menos 2 copas encima y ha
bajado la guardia.
o
Abortar la misión: Aunque tenga que ser más pesado que
una vaca en brazos o bajar el listón hasta el nivel descartes, un buitre no
descansa hasta que tiene una presa o al menos el resto de invitados crea que lo
ha hecho. Ellos tienen un prestigio que mantener….
-
Reciclaje: Por definición, un buitre acostumbra
a ser alguien conocido que en circunstancias normales ya no te atrae por lo que
unas copas de más difícilmente cambiará esta perspectiva, por ello, se
recomienda sólo como chorboagenda express ya que una no siempre tiene a mano
una barra libre como Dior (y tito Lagerfeld) manda para cambiar nuestro
concepto base de ellos. Eso sin contar los efectos a nivel pélvico del alcohol,
ya me entendéis….
Queridos
mojiteros no desesperéis, como véis, los buitres también tienen su puntito
lúdico, permiten correr los 100 metros lisos sobre pista de baile y eso, genera
endorfinas, quema calorías y además es la excusa perfecta para volver a una barra
libre maravillosa de mojitos como la de nuestra primera boda mojitera al ritmo
de canciones que SÍ hacen boda como dice nuestra idolatrada Madame Paddock…
Divinamente gremlin,
Miss Souvenir
Ese libro de "the buitres" está disponible para ebook? porque sabemos muy poco para recibir ataques tan gratuitos. jajajaj
ResponderEliminargrandiosa Miss Souvenir as usual
MP