sábado, 5 de mayo de 2012

Señoras, hay que ver cómo está el mercado 6: Los exadictos


“Pensé que la única manera de liberarme era pasar
 de una adicción a otra mayor... zapatos” 

Carrie Bradshaw  SEXO EN NY




       El que esté libre de adicciones, que tire la primera piedra. El chocolate, los realities, las aplicaciones para iPhone, los mojitos, Telecinco, el tabaco,… todos estamos enganchados a algo en mayor o menor medida y es mejor escoger un vicio antes de que éste te escoja a ti, es supervivencia pura. Pero...¿qué sucede cuando un mojitero, con adicción confesa a ¿Quién quiere casarse con mi hijo? y el iPod, se encuentra con un adicto….a su ex??? Así son las cosas y así se las contamos….



1.      Inicialmente es un gentleman: Atractivo, va al gimnasio a diario (de verdad, no sólo matrícula), simpático, amigo de sus amigos (cómo odio esa frase),….es tan encantador que roza lo odioso. Tras insistir en que quedéis para cenar (en lugar del aséptico café en sitio neutral que tenías previsto) hará que tengas la mejor primera cita de la historia y ya desde los entrantes, te va a dejar caer que él busca “algo más”.



2.      Sigue un patrón: El exadicto es un animal de costumbres y tiene un patrón de mujer (con el que coinciden todas sus ex), por tanto sólo atacará si tienes una semejanza con el mismo superior al 90%. Es decir que si su ex tenía mechas rubias, era fan de Álex Ubago y tenía una colección de rebequitas beige, tu melena oscura y tu camiseta de los Ramones te van a restar de entrada 8 puntos.



3.      Proporciona efecto Prozac: A estas alturas, cuando una lleva ya muchos años en el mercado asume que todo especimen es un Peterpan fóbico al compromiso hasta que se demuestre lo contrario. Aquí ni presunción de inocencia ni puñetas, si luego resultar no serlo, pues mejor. Sin embargo como ya describieron en 2003 en un ensayo publicado por el MIT (Marbella Institute of Technology) hay algunas especies como el exadicto que proporcionan a los mojiteros un efecto Prozac, es decir como ven que el sujeto en cuestión tiene un largo historial de relaciones monógamas y duraderas se relajan pensando que por una vez no han topado con un Peterpan…..Meeeeeccccc (léase como un timbrazo del Un, Dos, Tres)… error, amigos, error…el exadicto es más complejo que un Peterpan…



4.      La confianza, da asco: Tras esa primera fase de conocimiento mutuo en el que el exadicto se presenta como futuro candidato a segundo titular de tu hipoteca, con la intimidad, llegan las confesiones, y es que resulta que el exadicto te confiesa sus miedos (quelle horreur!) como si fueses discípula de Freud. Os será de utilidad conocer la clasificación que elaboraron los sociólogos del Chuli-Pai-Cabra College of Kentucky de los diferentes traumas por los que ha pasado nuestro sufrido exadicto:



-          Receptor de cuernos: Patricia y yo estábamos taaan bien…y de repente me dijo que yo me merecía a alguien mejor al igual que ella había encontrado a otro….siempre se ha preocupado mucho por mí ¿sabes?



-          Emisor de cuernos: Necesito que mi pareja sea comprensiva, de hecho Patricia, mi ex, era amiga íntima de Celia, con quien me lié en verano,…¡incluso fueron juntas a comprar mi regalo de Navidad!



-          Comportamientos no ejemplares: No soportaba más a la histérica de su amiga María, no paraba de decirle a Patricia que era un capullo sólo porque me fui a Ibiza cuando estuvo con gastroenteritis. A mi, no me gusta criticar, pero creo que lo que le pasa a María es que siempre ha estado colgadita por mi…



-          Raphaelista: Creo que algún día se arrepentirá de haberme dejado. Como yo he amado a Patricia, nadie la amará, nadie, porque yo, la amo con la fuerza de los mares y el ímpetu del viento, de una forma sobrehumana, yooooooo….





5.      Soldados, miles de años nos contemplan: En plan napoleónico, querid@ mojiter@ has llegado a la casa del exadicto y descubres con horror que no sólo no para de hablarte de su ex, sino que quedan restos de los miles de años que ha durado la relación por toooooda su casa: fotografías, vestidos en el armario, souvenirs del verano que pasaron en Torrevieja, una botella de Moët que le regaló ella y que no piensa abrir para beberse contigo, vamos, todo un mausoleo dedicado a su difunta relación. ¿Tétrico? No, lo siguiente.



6.      A veces una retirada a tiempo es una victoria: Pues sí, mojiteros, cuando el exadicto os regala Eau de Rochas (perfume de su ex) y os insinúa que le gustan las mujeres con mechas (para que te hagas unas a imagen y semejanza de Patricia) ha llegado el momento de tomar una decisión. ¿Rubio dorado o rubio ceniza? No, no es una cuestión capilar, es una cuestión de decidir si finiquitas ya la relación o esperas a que te diga que aún piensa en ella versus que han hablado y van a volver. Y tú, querid@ mojiter@, no eres un tentempié mientras espera que su ex vuelva con él, así que como dice La Cabra Mecánica “No me dejes por medio tus cosas, puerta, y mucha mierda”.



7.      El exadicto no es reciclable: Otro espécimen no biodegradable en amigo ni chorboagenda y es que él en realidad lo que quiere es a alguien a quien contarle que sigue enganchado a su ex. El que quiera un psicólogo que se lo pague. Hombre ya.



      Como hemos dicho al principio, todos tenemos adicciones y no necesariamente todas son malas. De hecho os voy a dejar con el hombre que más años lleva conmigo, riéndome las gracias y aguantándome las penas. Mojiteros y mojiteras…con ustedes: ¡Enrique Bunbury!






Divinamente adictiva,

Miss Souvenir


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