miércoles, 1 de mayo de 2013

Señoras, hay que ver cómo está el mercado 25: Los mansos



“Dios me libre de las aguas mansas, que de las bravas, ya me libraré yo”

JOHN LOCKE









       No sé qué le ve la gente a la primavera. Tú estás tan tranquila con tu anorak de plumón y de la noche a la mañana te ves obligada a entrar en un montón de operaciones absurdas: operación Veet (porque la mujer también viene del mono, como bien decía la Agrado), operación Bikini (con el extra operación celulitis), operación Solmanía (o cómo intentar acercarte a un moreno Julio Iglesias sin acabar en una unidad de quemados) y otros dramas que trae el buen tiempo. Y por supuesto, la alergia al polen, que en mi caso me hace metamorfosearme en Bustamante-época-OT, moqueando y llorando todo el día, que manda narices que tras tantos años rodeada de paraísos artificiales y polución, ahora de repente me hayan sensibilizado a unos inofensivos matorrales. El caso es que estaba yo intentando sobrevivir a las gramíneas y pensando en lo sobrevalorado de lo natural cuando el destino quiso que acabase la semana pasada en medio de la Mancha, en un lugar de cuyo nombre me es difícil acordarme por el colocón de los antihistamínicos, rodeada de plantas que amenazaban mi integridad pulmonar. No obstante, como Dior aprieta (en los corpiños) pero no ahoga (en los fulares), una servidora recibió un encargo de su amiga Miriam, a quien dedico esta entrada, destinado a salvarme de la locura de verme inmersa en un lugar sin corticoides, sin wifi, sin esa polución protectora: “Miss Souvenir, ¿dónde estás? Olvida los mocos y espabila. Todavía no has hablado de los mansos. Vuelve a la civilización, tesoro”

 

1.      Sí, señorita Escarlata: La primera vez que supimos de los mansos fue en ese clásico de ayer, hoy y siempre que es “Lo que el viento se llevó”. Por supuesto, como buenos mojiteros, nos identificamos inmediatamente con Scarlett O’Hara, faltaría plus. Como bien sabéis después de haber visto la película 33 veces, Scarlett se enamora locamente de Ashley Wilkes. Y aquí empieza la espiral de drama y destrucción. Porque aunque aparentemente, es tan básico como el mecanismo de un sonajero, a la práctica para entender a un manso como Ashley necesitas un oráculo.

 

2.      Que vienen los charlys: Ya lo decía Rambo, te pasas la vida aterrorizada por los charlys y al final el enemigo es muy diferente y lo tienes en tu casa. Me explico. Cualquier mojitero con alma O’Hara se pasa la vida aterrorizado ante la llegada de un Rhett Butler que le haga sufrir pero la realidad al final el que le hace penar como una mala cosa es Ashley y el que le pide matrimonio una y otra vez es Rhett. Esto es así.

 
 

3.      Ladies & gentlemen…Today the final combat….Wilkes versus O’Hara!!!: Que no cunda el pánico. Ningún mojitero va a quedar a merced de un manso. Vamos a sacar los tanques. Y vamos a recurrir al Hollywood clásico. A lo grande. Y volveremos a “Lo que el viento se llevó” porque una mujer de mundo sabe que cuando un clásico funciona no hay que innovar ni experimentar. Hay que ir a la fuente. Ahí que vamos, a trasladarlo a 2013 para que podamos ver cómo los mansos habitan entre nosotros. Para ello, contamos con los servicios de Ignacio López-Spielberg, reputado director de cine conocido por los filmes “No habrá piedad para los tóxicos” y  El último chulazo”, miembro de la Academia de Cine de Torremolinos y que en la actualidad prepara un remake de la historia que nos ocupa que titulará “Lo que la tramuntana se llevó”. La acción traslada el argumento de la novela a la Barcelona de 2013 y se desarrolla del siguiente modo:

 

-          Primera escena – Tara Bar: Quedada de la pandilla en el Tara Bar. Gintonics y cotilleos: Ashley se ha liado con la sosa de Melania. Horror, cómo ha podido pasar! Pero si soy yo la que le mola!!! Pobre, es tan tímido que no se ha dado cuenta de que voy detrás de él. Anyway, no importa. Como mujer de mundo resolutiva, voy a dejarle claro que me gusta y entonces pasará de ella. Tendría que haberlo hecho antes, pero es que la indecisión masculina te arrastra. Decidido, voy a tirarle los trastos mañana en la barbacoa.

 

-          Segunda escena – Drama BBQ: ¿Dónde está Ashley? Estoy harta de aguantar a Rhett, es chulazo, sí, pero yo ya no estoy en edad de tóxicos y peterpanes. Sólo hombres felices como Ashley que por cierto ya ha llegado. Le invito a cenar en nuestro japo preferido, allí se lo suelto, acepta, pero…no, nononononono…joder que dice que se apunta Melania. NOOOOOOO! Se me va a atragantar el sashimi, piensa Scarlett…que se venga el hermano de Melania, así no voy en plan aguantavelas y de paso le doy celos. Sí, qué lagarta soy jejejeje.

 

-          Tercera escena – 1 año después: Aunque salía con su cuñado por despecho, me sentó mal que me dejara, te soy sincera. Ashley se ha portado súper bien conmigo, no para de decirme lo guapa y estupenda que soy y lo divertida que soy respecto a Melania con quien me ha confesado que está en crisis. Ahora que se va a trabajar a Madrid 6 meses creo que es su manera de decirme que está loco por mí y que mueva ficha para romper con ella. Lo presiento y se lo voy a decir. ¿Perdóooon? Que cuide de Melania mientras está fuera??????? Como diría Sara Montiel…pero qué pasaaaa….qué invento es este????

 

-          Cuarta escena – El retorno: Desde que ha vuelto Ashley, está como muy pendiente de mí, hasta tuve la sensación de que se ponía celoso cuando le comenté que me había liado con Rhett. Por favor qué estrés, ¿ahora por qué insiste en que necesito otro tipo de tío? ¿Cómo quién? ¿Cómo él? Ay madre que quiere hablar conmigo…va a pasar, va a decirme que quiere dejar a Melania. Rhett, lo siento, no eres tú, soy yo, tenemos que dejarlo. Qué nervios, va a suceder al fin. Lo sabía: me dice que me adora, que me necesita más que nunca, y que me quiere…¿como testigo en su boda con Melania??!!!!!

 

-          Quinta escena – Desenlace: Me ha costado pero he logrado volver con Rhett. No es perfecto, pero yo tampoco y estamos bien. Ayer tuvimos cena con la pandilla y como la noche me confunde, me pasé con las margaritas y acabé cantando “Cielito lindo”, haciéndome amiguísima de los mariachis ….y besando a Ashley. No podía ser, la carne es débil y llevamos muchos años de tensión sexual no resuelta. Me cita para hablar. Qué manía tiene este chico con hablar. ¿Querrá rematar la faena e ir a más? La cosa transcurre as usual: pone verde a mi novio, exaltación de mi persona, silencio intenso y de repente, propuesta….de que sea la madrina de su hijo, porque ¡Melania está embarazada! Me pregunta que qué me parece…..francamente querido, me importa un bledo.

 

 


4.      A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre: La moraleja de esto es muy clara, mojiteros. Como me dijo una vez un tóxico de libro, déjate de timideces y tonterías, cuando un chulazo quiere tema, mueve el culo. No os dejéis llevar por el look corderito degollado, ya véis que al final, con el rollo del chico bueno, Ashley no sólo se lleva a Melania que es la que le interesa y por la que mueve el culo, sino que se las ingenia para mantener de plan B a Scarlett porque le gusta sentirse deseado y además que le haga de guardaespaldas de su novia, psicóloga ocasional y asistente personal. Y todo ello, pasando hambre y boicoteando cualquier chulazo que se le acerca a nuestra heroína. Decimos sí a los chulazos atacantes y no a las mosquitas muertas. Y sobretodo, el que quiera un psicólogo, que se lo pague.



Por una primavera mansos & polen free....
 
 
 



Divinamente alterada,

Miss Souvenir

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