sábado, 23 de febrero de 2013

Cuánto daño nos hicieron... las amebas

Querid@s mojiter@s,

Cuando era jovencito y estudiaba aquello de las células eucariotas y procariotas (tema apasionante donde los haya), jamás pensé que tendría la suerte de llegar a conocer en persona a una ameba... Pero ¡mira tú que suerte! Los años pasan y la vida no deja de sorprenderme allá por dónde voy. ¡Resulta que las amebas son pluricelulares!

Nada... típica historia que os resultará familiar: chico conoce a chica, chica conoce a chico. Chico invita a cenar a chica. Chico habla de todo con chica. Chico está tremendo (todo se ha de decir) y hay indicios objetivados de tamaño XL. Chico se va con chica de viaje, comparte chismorreos y solicita asesoramiento acerca de qué bañador resulta más adecuado para ir a nadar -verídico-. 

La historia continúa y cuando van juntos por la calle, chico le da la mano a chica (es taaaan cariñoso). Chico dora la píldora a chica y ella, obviamente y como buena mojitera, se deja querer un poco, se emociona y se deja llevar por el síndrome de la bella durmiente (véase entrada de la Dama de Espadas). Chica decide durante una semana el modelito adecuado para una cena supuestamente romántica a la que chico le ha invitado y que (por fin) parece que va a ser la definitiva. 

Chica habla con sus amigos y entre todos deciden el modelo más adecuado (que una será un poco choni, pero nunca una lagarta). Y la cena llega. Y la velada se alarga y allí da igual que al día siguiente los dos tengan que trabajar. Y al final... ¡Nada! Chico se despide con un tierno beso en la mejilla.

Las dudas invaden a la buena muchacha: ¿Será gay? ¿Será que no le gusto?
Pues no, querida chica, no. La respuesta es mucho más sencilla: este chico es una ameba. Uno de esos muchachos que caminan por la vida envueltos en la anhedonia emocional/sexual. ¡Ojo! Que la ameba no es un pepero (esos están más salidos que el pico de una plancha pero su religión les impide saltarse la castidad -tienen por tanto contención emocional/sexual); la ameba simplemente es asexual, pobrecito.

La verdad es que parece que el chico lo intenta, pero cuando llega el momento decisivo..., pues como que no termina de decidirse. Que prefiere seguir en su estado de amebez, que es mucho más cómodo y tranquilo. Ni siquiera tiene ganas de un polvo, así que, querida Chica, OLVIDATE de él cuanto antes, porque una ameba es la desgracia de cualquier mujer, especialmente de las lagartas, que son las que más se frustran en este tipo de situaciones... 

Mi consejo: para una buena mojitera, una ameba no tiene que ser más que una anécdota, nada más.




Desamebadamente vuestro,

Barón Von Bruise

miércoles, 20 de febrero de 2013

Cuánto daño nos hicieron... los peperos

Sí señoras. Sí, sí... 

Los peperos nos hicieron daño (y no lo digo por los supuestos sobres de Barcenas, los recortes indiscriminados y por supuesto, la trama Gurtel -que también-), sino que me refiero a esa gente que nos vende falsa moralidad vestida de Lacoste, Tommy Hilfiger y mocasines.

Los peperos no han salido del armario, eso no es ninguna novedad. Tampoco lo harán en un futuro (ni a corto ni a largo plazo), eso está claro. Pero como buenos oradores que son (que papá pagó la facultad y el colegio de curas), nos venden humo y nos despistan, que aunque se les ve venir de lejos... pues tampoco somos de piedra y terminamos por creernos que las cosas pueden cambiar (anda mira, como los votantes de Rajoy).

Concretando. Varón, alrededor de treinta, bien parecido aunque se esté quedando un poco calvo. Carrera universitaria. Maricón perdido pero dentro del armario escondido de una moral cristiana que le lleva a misa cada domingo, a creer en la familia tradicional y sobre todo, a aparentar, no vaya a ser que las amigas de mamá se enteren de que es un palomo cojo y la pobre tenga que dar más explicaciones de las debidas en la peluquería o, lo que podría ser un cataclismo mundial: ¡Qué la buena mujer quedara tan abochornada que ya no pudiera participar en el mercadillo solidario anual! Y... ¿Qué haría ella sin ese pequeño aliciente que le proporciona dar sin recibir nada a cambio?

Pero claro, el pobre pepero también busca el amor. Lo malo es que lo busca en rincones tan oscuros y en escondites tan bien ideados, que tus amigos se piensan que te has inventado un novio, que éste es un fantasma o, mucho mejor, el zombie de la canción de Alaska (nunca más lejos de la realidad, porque por dentro el buen muchacho está podrido).

De todos modos, como el amor es ciego, la razón se nos nubla o simplemente, somos gilipollas profundos y le damos una oportunidad a todo el mundo (no vaya a ser que el horóscopo tenga razón y esta vez si que tú, querido amigo Libra, vas a encontrar hoy el amor verdadero)... Pues ea, nos enchochamos del buen pepero gracias a "lo bien que nos trata"... O más bien gracias a "lo bien que nos maltrata", porque como bien es sabido: quien bien te quiere te hará sufrir. Y como éste nos hace sufrir mucho, pues nosotros damos por hecho que debe de ser gracias a que nos quiere con locura desenfrenada. Si es que quien no se consuela es porque no quiere.

Y nada. Tú te desvives. Montas citas a escondidas en hoteles apartados, buscas las esquinas más oscuras y recónditas del barrio, te escapas un fin de semana a un hostal perdido de la meseta castellana... ¿Y TODO ESTO PARA QUÉ? ¿PARA QUÉ? Pues para que, como no podía ser de otra forma, el pepero se aparezca un día ante ti (como si de la Virgen de Fátima se tratara), para decirte que no eres tú, soy yo; que estamos en momentos diferentes; que no quiero hacerte sufrir; que en realidad lo que pasa es que soy un cagado, un cobarde, un gallina capitán de las sardinas, un miedoso, un medroso, un tímido, un temeroso (de Dios), un cagueta pusilánime y atemorizado, un apocado acoquinado, achantado y amilanado estúpido y maloliente cagón de mierda que no es capaz de darse cuenta de que lo que en realidad le pasa es que NO TE MERECE, NO TE MERECE Y NO TE MERECE.

Así que queridos mojiteros. A los peperos, ajo y agua (y como mucho alguno de los adjetivos del párrafo anterior). O, en todo caso, una recomendación muy sencilla que leí hace unos años en un cartel que invitaba a la manifestación del día del orgullo gay: MIRATE AL ESPEJO POR LA MAÑANA Y ACEPTALO: ERES UNA MARICA PETARDA. SERÁS MUCHO MÁS FELIZ.




Desarmariadamente vuestro,

Baron Von Bruise

domingo, 17 de febrero de 2013

Señoras, hay que ver cómo está el mercado 23: Los trileros




 
 

“No engañes pero no te dejes engañar”

T.A. EDISON

 

       Ya lo decía nuestra adorada Madame Paddock, mojiteros, nos ha tocado vivir tiempos convulsos, tiempos en los que los sobres sustituyen a las Visas y los príncipes azules destiñen, ustedes ya me entienden. Y resulta que este Cachulismo social se ha trasladado también al terreno emocional y es que hay especies del mercado single que a la que te descuidas te hacen un Malaya y te dejan compuesta y sin cita, así que como mujer de mundo comprometida socialmente, hoy me veo obligada a hablar de los trileros. Que Dior y tito Karl nos cojan confesados (y con tacones, a poder ser…)



1.      Dejad que vengan a mí: Vamos a empezar por el principio. Cuando paseas por las Ramblas y ves los vasos moverse con la bolita interior, tú lo primero que piensas es que eso es para guiris. Cuando una conoce a un trilero, lo primero que llama la atención es que es patrimonio de chonis, tronistas y pavas, que son su público mayoritario. Y digo público porque los chiquillos acostumbran a tener una chorboagenda digna de un tóxico. El caso es que a diferencia de ellos, no son atacantes y acostumbran a dejarse ligar sin mover un solo dedo.

 

2.      Un mirlo blanco: Os preguntaréis qué es lo que hace tan atrayentes a los trileros. Acostumbran a ser atractivos pero sin resultar intimidantes, tienen empleos solventes, son cultos, extrovertidos y tienen muchos amigos que se encargan de hacerles cuñas publicitarias que de por sí no son necesarias. Entonces, ¿por qué siguen en el mercado single? Esta sencilla pregunta se la hizo un grupo de antropólogos del MIT (Marbella Institute of Technology) capitaneado por el profesor Larry Vázquez-Jones que estudia el comportamiento de los trileros desde los años 90. Según este equipo, la explicación se encuentra en que el 97% de los trileros oscilan entre el “fenómeno del área de confort” y el “síndrome de Betty Ford”. Y como no nos podíamos quedar en este sinvivir tiramos de Skype y nos entrevistamos con el profesor….

 

3.      El profesor Larry Vázquez-Jones responde: Estimados mojiteros, el comportamiento de los trileros es muy lineal. Si nos ceñimos a los datos existentes el 80% nunca sale de su área de confort que consiste en ligar sólo entre las chicas que se les acercan sin mover un dedo. Dado que acostumbran a ser los aparentes novios ideales son pasto de chonis y tronistas y ellos se dejan conquistar encantados ya que no tienen necesidad de tener que recurrir a ninguna técnica de cortejo. El 20% restante que sale accidentalmente de su área de confort y se encuentra con una mojitera, dado que carece de técnicas de seducción (puesto que nunca se ha visto obligado a usarlas en su área de confort) la única manera que tiene de relacionarse es el “síndrome de Betty Ford” que consiste en hacerse la víctima diciendo que está cansado de su área de confort y que lo que necesita es rehabilitarse y buscar una mujer que le llene en todos los sentidos y en la que deberá primar la inteligencia y simpatía ya que lo que quiere es salir del mercado.

 

4.      Hombre soltero busca: Como acabamos de ver por boca del profesor Vázquez-Jones, es extremadamente sencillo dejarse enredar por un trilero en pleno síndrome Betty Ford, y la que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Ante la ausencia de hematomas, estamos de acuerdo en que Houston, tenemos un problema y es qué podemos esperar ahora que estamos enredados en un trilero en  brote:

 

-          Opción 1: Entras en una vorágine de quedadas y cenas con amigos en las que ves señales por todas partes y justo cuando vas a lanzarte, vuelve a su área de confort y liga con una tal Jennifer.

 

-          Opción 2: Te haces muy amiga de él y el día que conseguís quedar a solas, te confiesa….que eres maravillosa y necesita tus maravillosos consejos porque no sabe qué hacer con una tal Jennifer.

 

-          Opción 3: Cortas por lo sano, decides invitarle a una cita y casualmente no está disponible en los próximos 5 años.

 

5.      Reciclaje: Llegados hasta aquí hay una cosa que todo mojitero debe tener clara y es que un trilero NO quiere salir de su área de confort. Porque ya tiene un público, porque no tiene recursos para ligar fuera de él y sobretodo porque no quiere salir del mercado. Es así de simple. Así que nuestro consejo mojiteros, es que no rellenéis vuestra chorboagenda de trileros. El que necesite un rehab, que se lo pague.

 

       No todo es timo en el mercado single queridos. Vamos a quedarnos con un poquito de magia….

 
 
 
 

Divinamente trilera,

Miss Souvenir

viernes, 8 de febrero de 2013

TopTen de S.A.S.P.

Amig@s, compatriotas, mojiter@s tod@s,

nos tocan vivir tiempos difíciles donde la crisis existencial corrompe la sociedad y las reservas de chulazos se agotan por el mal uso que hemos hecho de ellos durante décadas. El resultado es que todos tenemos amig@s solter@s que no entendemos porque lo están. Seguro que en cualquier otra época de la historia habrían sido subastados públicamente pero ahora no. Dedico este TopTen a los SASP o Solter@s Aunque Sobradamente Preparados.



10. Anemia testosteronil

En el mojito intentamos hacer crítica constructiva para ver si la sociedad responde, y en ésta nuestra labor, hace tiempo que denunciamos la adulteración de las leches con Omega 3, producto que se ha comprobado perjudicial ya que inhibe la testosterona. Recordad también que los suelos blandos de los parques pueden privar a los niños de golpes que estimulan al desarrollo normal de los mismos. Estoy por pedir que instauren de nuevo la Mili o que hagan campamentos de verano con el Sargento de Hierro.




9. Tuppersex

Si querid@s, las reuniones de tuppersex han facilitado que la mujer no tenga que salir de noche a la caza furtiva por los bares de este mundo cruel, ya que puedes solucionar tus problemas en casa cómodamente y sin necesidad de aguantar a todo el cerdo por tener la butifarra, ya me entendéis. La última vez que estuve en una de estas reuniones había un artilugio que debidamente ataviado con una corbata te lo puedes llevar hasta el domingo a comer con tus padres. Es triste decirlo pero más triste es fingir...



8. Síndrome FastFood

Nuestra sociedad se basa en la recompensa fácil y no en la cultura del esfuerzo. Este efecto fastfood habla de ahorrar tiempo de espera y calidad para suplir la función básica que es saciar el estómago. Sabemos que al cabo de media hora de haber engullido los nuggets, las patatas y la BigMac ya vuelves a tener hambre, pero lo has escogido tu. Pasado a la cuestión que nos incumbe, los hombres no van a cortejar a una chica como es debido si al lado tienen una chica-sopinstant que sólo la tiene que calentar y listo. Estamos perdidos.


7. Efecto Baywatch

Tenían cuerpazos pero no le hables a Pamela de física cuántica, de hecho tampoco nadie la quiere por eso. Aquí sólo cuenta que sepas combinar la laca de uñas con tus zapatos y hagas de bonito complemento para tu chico. Si tienes demasiado curriculum serás descartada automáticamente. Hay que presentar un c.v. invertido: saca todos los idiomas excepto el materno, nada de hablar de carreras ni de másters, olvidad vuestra orientación o aficiones deportivas, no sabéis que es un fuera de juego, y por lo que más queráis: NUNCA DIGAIS QUE SOIS MÉDICOS
Puede parecer increíble pero es verdad como la vida misma. De nada.



6. Conflicto Cuerpo Mente

Las mujeres cuando pensamos en nuestro tipo ideal, el chulazo que nos gustaría, sumamos al físico ciertas cualidades intelectuales y éxito profesional. La mayoría de los hombres cuando piensan en una chica ideal el hecho de que esta tenga un buen trabajo y sobretodo que piense... ¿aquí se puede hablar?... resta puntos o mejor dicho salen corriendo porque tienen miedo. Y no me digáis que no, porque puedo aportar fechas, lugares y nombres. Eso si, prefiero que salgan corriendo a fingir algo que no soy, así que enemigo que huye puente de plata. El problema es que se engañan a ellos mismos y dicen públicamente que ellos buscan una mujer independiente, que no les importa que trabaje, ni que gane más que ellos... INSINCEROS! Aquí viene el conflicto: vuestra mente dice quiero una mojitera pero vuestro cuerpo pide una niña bolso.


5. Meetic

Porque va un hombre a comprometerse cuando tiene un catálogo actualizado de todas las solteras a 100km a la redonda. Sólo tiene que enviar 100 mensajes y por estadística alguna caerá. El meetic ha hecho mucho daño al amor, y es que porque lo llaman amor cuando en verdad quieren decir sexo. Que flaco favor nos han hecho las nuevas tecnologías.
PD: el hombre del anuncio de tele de Edarling, ¿es sólo cosa mía o da grima? Lo siento pero lo tenía que compartir.


4. Reproducción asistida

A las mujeres ya no nos preocupa el reloj biológico ni tenemos prisa por tener hijos porque podemos ser madres solteras por inseminación artificial o natural cuando queramos. Esto nos da paz y tranquilidad. Minipunto para el equipo de las chicas. Luego vendréis llorando porque nadie cuidará de vosotros ni os traerá el periódico al asilo los domingos. Haberlo pensado antes.


3. Pandemia Choni

Una choni sería el equivalente a la BigMac del mercado. Siempre dispuestas y maquilladas para la ocasión. Son de usar y tirar. El problema surge cuando uno genera una adicción a ellas, luego la espiral de violencia puede acabar con una boda choni. Hay que saber que las chonis tienen su época pero que traer al mundo cachorros chonis no debería ser el fin de un chulazo como Dior manda.



1 y 2. Indecisión masculina y claustrofobia emocional

No podíamos terminar un TopTen tan cáustico sin mentar a las estrellas del mojiterismo. Un hombre indeciso es carne de choni/lagartas/bohemias/tronista/pavas(abreviaremos con ChoLaBoTroPa) y otras subespecies femeninas que iremos conociendo con los cursos de nuestra grandiosa Miss Souvenir. Ellos no son conscientes de ello, pero está demostrado que por cada hombre indeciso hay una mojitera y 10 Cholabotropas así que es mucho más fácil que caiga en manos de las segundas. Desgraciadamente la claustrofobia emocional también es una patología más típica de hombres y sólo oír la palabra futuro ya hacen la transformación de Gizmo a Greemlin.




Soy consciente de que hoy me he pasado y que prorrogo mi suicido en el mercado 20 años más pero no lo puedo evitar soy asíN. Ya me conocéis. Si me queréis... quedarse que nos lo pasaremos Deluxe. Os dejo con los increíbles Love of Lesbian que nos regalaron un gran concierto el sábado y dejaron que los mojiteros entráramos en Backstage.




Malignamente,
Madame Paddock

viernes, 1 de febrero de 2013

El síndrome de la bella durmiente




Luego de una ardua investigación de campo, puedo finalmente presentar mis conclusiones sobre el Síndrome de la Bella Durmiente. Y que nos engañe el nombre, los síntomas pueden presentarse también en hombres. Así que aquí vamos:

Sujetos de riesgo
  • Cualquiera que en un momento determinado de su vida se haya encontrado con una persona con la que tiene más o menos química (generalmente real, aunque en raras ocasiones puede ser imaginaria), pero con la que nunca se ha llegado a más de un coqueteo, o… 
  • Cualquiera que en un momento determinado de su vida se haya encontrado con una persona con la que tiene más o menos química, hayan tenido algún contacto físico que le ha sabido a poco.


Sintomatología

A pesar de que el individuo en cuestión puede ser, y suele ser, un ente pensante e inteligente, su cabeza le lleva a creer, en repetidas ocasiones, que aquel asunto pendiente aún tiene posibilidades de llevarse a buen término, por lo que se sienta en la torre del castillo a esperar y esperar por el beso de aquel príncipe (o princesa) azul que le sacará de su ensoñación.

El desarrollo general de la enfermedad es: el afectado cree, espera, de cuando en cuando ve que hay una posibilidad y cuando está a punto de concretarse ¡zas! (valga el término poco formal), se da un golpe de realidad (que se presenta en forma de plantón, cancelaciones de última hora, frases crípticas que noquearían a un boxeador de peso pesado y cientos de etcéteras) que le deja adolorido, jurando que esa ha sido la última vez e intentando convencerse, una vez más, de que todo se lo ha imaginado.

El ciclo se repite una y otra vez. Resulta sorprendente lo fácil que es que el individuo pase de su previo convencimiento acerca de la inexistencia de química a la esperanza renovada: una palabra o la promesa de un próximo encuentro harán que el Síndrome comience otra vez a hacer estragos.

De momento, el único tratamiento conocido para el Síndrome de la Bella Durmiente es una dieta que requiere mucha fuerza de voluntad: el régimen de abstinencia de la esperanza. Pase lo que pase, después del tercer golpe de realidad (o los primeros dos años), el paciente no deberá pensar que la tensión sexual no resuelta se resolverá, pase lo que pase, diga lo que diga, prometa lo que prometa, o guiñe los ojos que guiñe el otro individuo (que por lo general padece su propio síndrome, el de Baterbly, pero ya habrá ocasión de hablar de ello en otro momento).

El que padezca el Síndrome de la Bella Durmiente puede buscar otros besos para despertar, pero a fin de evitar caer en la misma situación y sólo cambiar el sujeto de las obsesiones, lo mejor es darse una ducha de agua fría y ¡cómo no! tomarse un “mojito del despecho” con los amigos. Remedio eficaz donde los haya.


La Dama de Espadas